Información general

Un aspecto a tener en cuenta para entender el paisaje de Serra son los oficios tradicionales ligados a la Sierra Calderona, ya que Serra destaca además de su valor paisajístico como espacio natural protegido, por su valor socioeconómico, ya que ha sido un medio de sustento durante siglos para los habitantes de este territorio.

El paisaje actual de esta sierra es producto de la transformación que se ha producido en ella por la necesidad de aprovechar los numerosos recursos naturales. Estos recursos han sido la baso de numerosos oficios tradicionales que, poco a poco, han ido desapareciendo como los picapedreros, aguaderos, carboneros, leñadores, agricultores, apicultores… Estos oficios formaban parte de un sistema socioeconómico que giraba entorno al aprovechamiento de los recursos naturales, del cual dependían otros oficios como el de los transportistas de estos productos.

Estos oficios dependían directamente de la sierra, se desarrollaban de una forma racional y respetuosa con el medio. Estos oficios han ido desapareciendo debido a la baja rentabilidad y a las restricciones del uso del medio que supuso la declaración del Parque Natural de la Sierra Calderona. El abandono de la actividad agropecuaria ha supuesto una progresiva degradación de los usos tradicionales del suelo y ha evolucionado hacia una unificación de la diversidad de paisajes, generando así un entorno uniforme.

El casco urbano de Serra es un tejido urbano de islas de casas compactas que se ordenan en paralelo a las curvas del nivel del terreno, de forma que la localidad “escala” por la vertiente de las colinas en las que se asienta. La localidad está rodeada por colinas entre las cuales se divisan áreas parciales de la plana de València. Además, Serra se encuentra situada en el centro de un estratégico eje natural que sirve de comunicación entre el valle del Palància, al norte, y la plana de València, al sur, llamado corredor Serra – Torres Torres, que era el camino más corto para ir a pie o cabalgando a Aragón desde València, ya que se evitaba la vuelta de rodear la Sierra calderona por Sagunto, o por otros pasos de montaña más hacia el interior. Estas dos circunstancias han permitido que, a lo largo de la historia, este corredor y puerto de montaña haya sido camino de paso habitual para caminantes, viajeros, correos y ejércitos. Las diferentes culturas que históricamente se han ido sucediendo por las tierras valencianas también establecieron aquí sus asentamientos.